Cuando le disparan a un adolescente que quiere escapar de una pandilla, el detective Farid sospecha de Mehdi, un jefe criminal de poca monta que se dedica a captar menores.

Mehdi amenaza al hermano de Billy. Dogge descubre que su cabeza tiene precio cuando se encuentra con alguien conocido en el centro de detención juvenil.

A Farid le es difícil alejar a Mehdi de las calles. Dogge recurre a las drogas para aliviar su culpa, lo que provoca un enfrentamiento violento.

Tusse confiesa su papel en la muerte de su hermano. Farid se pasa de la raya cuando busca el arma usada en el asesinato.

Al descubrirse la verdad, Leila toma una decisión por su familia que cambia el destino de Mehdi.